Marcos Aquino, ex alumno y ex becario de Fe y Alegría, compartió su inspiradora historia de vida, desde sus primeros días en el colegio hasta convertirse en un destacado periodista. Marcos es un ejemplo de cómo la educación y la determinación pueden abrir puertas y ayudar a cumplir sueños.
Oriundo de Ciudad del Este, comenzó su educación en el colegio Fe y Alegría Virgen de Fátima a la edad de 4 años. Su historia de conexión con la institución comenzó gracias a su abuela, quien ayudó a la iglesia ubicada junto al colegio. La hermana Aurora, directora del colegio en ese entonces, facilitó la comunicación con la familia de Marcos y facilitó el camino para su inscripción.
Marcos describió la educación que recibió en Fe y Alegría como integral, donde no solo se enseñaban materias académicas, sino también valores humanos y cristianos. Las hermanas vicentinas inculcaron en él la importancia de ser una persona de bien para la sociedad y el país.
Desde temprana edad, tuvo el sueño claro de ser periodista, influenciado por su admiración por Superman, un personaje que era periodista y superhéroe en su vida profesional. Este sueño se fortaleció con el tiempo, y Marcos se convenció de que, como periodista, podría ser un héroe al denunciar injusticias sociales y exponer la verdad al mundo.
En su tiempo en Fe y Alegría, Marcos se destacó como presentador en eventos escolares, lo que le permitió desarrollar sus habilidades en hablar en público. Además, se convirtió en catequista en su comunidad y participó activamente en la iglesia. Su pasión por la comunicación y la oratoria fue evidente desde una edad temprana.
Cuando llegó el momento de elegir una carrera, investigó opciones para estudiar periodismo y se emocionó al descubrir que la Universidad Nacional del Este ofrecía la carrera que tanto anhelaba. Sin embargo, la sorpresa llegó cuando la Hermana Aurora reveló la existencia de un programa de becas de Fe y Alegría, que seleccionó a Marcos para recibir el apoyo financiero necesario para sus estudios universitarios.
Durante su tiempo en la universidad, Marcos se destacó como estudiante y también tuvo la oportunidad de estudiar en el extranjero, en la Universidad Federal de Santa Catarina en Brasil, como parte de un programa de intercambio. Esta experiencia enriquecedora le permitió desarrollar sus habilidades y vivir una aventura en un entorno desconocido.
Después de graduarse de la universidad, se mundo a Asunción: “hice el traslado, el desarraigo como se dice, vine con una maleta de diez kilos y cargado de sueños, eso sí yo quería cumplir mi sueño de trabajar en el periodismo”.
Marcos continuó su viaje profesional al ingresar a
la Radio Fe y Alegría Paraguay, donde comenzó a trabajar como locutor y
adquirió una valiosa experiencia en el campo de la comunicación en dónde
aprendió del Profesor Elio Lezcano.
Para mí él fue un maestro en lo que fue la locución
radial y me encantó ese proceso también con él, porque te enseña y te muestra,
no es que te dice hace esto, no, vení vamos a hacer esto. Realmente un agradecimiento muy especial para él porque en ese periodo de pasantía,
en donde estoy terminando mi carrera y estoy comenzando la vida profesional, él
fue mi mentor.
Además, su pasión por la radio y la comunicación lo
llevó a impartir clases de comunicación radial en el Colegio Técnico San
Francisco, donde compartió su conocimiento con estudiantes que compartían su
interés. Y pudo seguir su trabajo como comunicador en otra obra de los
jesuitas.
“También la posibilidad de trabajar en otra obra
jesuita como el CEPAG, pude tener el trabajo de comunicador institucional,
conocer las obras que realiza el CEPAG, visitar a las familias campesinas, a
las familias beneficiarias de estos proyectos, de estas obras, que también por
medio del aporte solidario de la gente se puede cumplir con ese programa”.
Pero el momento más importante es cuando el sueño se
cumplió en el momento de empezar a trabajar en medios de comunicación masivos,
en donde estuvo trabajando en ABC como redactor y cronista. Y actualmente, se
desempeña como periodista digital en SNT y C9N, donde continúa creciendo y
aprendiendo de profesionales experimentados en la industria.
Su mensaje a los estudiantes actuales de Fe y
Alegría es claro: “Sigan soñando,
nunca dejen de soñar. La educación es el arma más poderosa para enfrentar al
mundo, y su esfuerzo valdrá la pena. La educación les brindará la satisfacción
de contribuir a un país más justo y solidario para todos”.
La historia de Marcos
Aquino nos recuerda que, con perseverancia y el apoyo de personas generosas,
los sueños pueden hacerse realidad. En Fe y Alegría están estudiando más
personas como Marcos, que tienen un sueño y propósito en la vida, la educación
que imparten continuará brindando oportunidades para las futuras generaciones
de estudiantes, quienes podrán cumplir sus propios sueños y contribuir al
progreso de sus comunidades y su país.