Federico Pereira es un verdadero ejemplo de resiliencia y determinación que demuestra cómo la educación puede cambiar vidas y comunidades enteras. Desde su humilde origen en el departamento de Caaguazú, Paraguay, Federico ha superado obstáculos inimaginables para alcanzar sus sueños y convertirse en un defensor incansable de la educación y el desarrollo comunitario.
Federico inició su camino hacia la educación a los 15 años a través del Programa Rural de Educación Bilingüe Intercultural por Radio (PREBIR) de Fe y Alegría. En ese momento, no tenía acceso a una educación bilingüe y anhelaba aprender a leer y escribir tanto en guaraní como en castellano. Además, su deseo de ayudar a su comunidad a adquirir estas habilidades lo llevó a unirse a este sistema educativo pionero.
Con el apoyo de Fe y Alegría, Federico avanzó rápidamente en su educación y, en poco tiempo, completó con éxito su educación primaria y secundaria. Más tarde, se graduó como Ingeniero Agrónomo, un logro asombroso considerando su humilde origen y los desafíos que enfrentó en su camino.
Pero el viaje de Federico no se detuvo ahí. Luego de graduarse, decidió devolver a su comunidad lo que había recibido. Trabajó como educador comunitario en Fe y Alegría, brindando oportunidades de educación a jóvenes rurales en entornos desfavorecidos.
“Yo me iba con mucho gusto porque me daba un poquito de ingreso, pero la motivación mayor era dar la oportunidad que yo tuve a otra gente, y de esa manera como dice el ideario de Fe y Alegría, Fe y Alegría comienza donde termina el asfalto, y ahí no era luego camino de tierra, era camino inundado pero igual nomas seguimos”.
Federico también participó en la implementación del Programa Rural de Educación Bilingüe Intercultural por Radio en penitenciarias, llevando la educación a quienes se encuentran en contextos de encierro y brindándoles una segunda oportunidad.
“Empezamos con el coordinador Lucio y con el P. Carlos, a ingresar en la penitenciaria, imagínense un programa como PREBIR llevamos a la penitenciaria, lo inauguramos el 9 de mayo del 2014 en la penitenciaria de Tacumbú, lo que viene a ser Educación Básica de Adultos y también Educación de Mandos Medios en Contabilidad y Salud, yo recuerdo que fueron todos los que hacen la articulación con el Ministerio de Justicia, entonces todo eso nos permitió ingresar en la penitenciaria, iba por lo menos una vez por semana, una vez en Tacumbú, otras veces en Buen Pastor y en 8 penitenciarias del país: Villarrica, Misiones, Emboscada, Panchito López, Cnel. Oviedo. A todos pudimos ingresar a través de esa mesa técnica que articulamos con el Ministerio de Justicia y creo que hasta ahora ese legado nuestro de comenzar ese proceso está todavía vigente en Fe y Alegría, o sea que en Fe y Alegría se da oportunidad a los jóvenes rurales, jóvenes periurbanos y también en contexto de encierro, quienes han cometido sus errores, pero todos necesitamos una segunda oportunidad y los establecimientos penitenciarios tienen que ser formativos no solamente de castigo, en ese sentido creo que Fe y Alegría suma en esa línea de ideas”.
Su compromiso con la educación y su pasión por el cambio social lo llevaron a formar parte del Centro de Estudios Paraguayos Jorge Antonio Guasch (CEPAG), donde actualmente trabaja en el desarrollo rural y comunitario en el departamento de Canindeyú.
Hoy, Federico Pereira sigue siendo un firme defensor de la educación como una herramienta de cambio y desarrollo en Paraguay. Su historia es un llamado a la acción para brindar acceso a la educación a todos, sin importar sus circunstancias iniciales, y para recordarnos que el compromiso y la perseverancia pueden llevar a la superación de cualquier obstáculo.
“Dios obra de alguna manera a través de estas instituciones, la institución de Fe y Alegría es un medio para obrar y en este caso rescatarme a mí verdad, y ahora yo trato de hacerlo con los demás, es nuestro legado dejar estos testimonios, estos mensajes de que nada es imposible en la vida, que se puede lograr, pero tenemos que poner de nuestra parte, esa contrapartida.”
